En sectores como alimentos, farmacéutica, plásticos, madera o químicos, la manipulación de materiales finos genera polvo en suspensión. Cuando estas partículas se acumulan o dispersan en el aire, basta una chispa para provocar una explosión. La captación adecuada es clave para evitar siniestros, pérdidas materiales y riesgos legales.
Estas situaciones pueden comprometer seriamente la seguridad y continuidad operativa:
El polvo generado en operaciones como mezclado, molienda o carga de silos puede formar atmósferas explosivas si no se extrae y filtra con equipos certificados. Aunque imperceptible, una capa de pocos milímetros sobre techos o vigas puede alimentar una deflagración.
Si no se controla eficazmente, el polvo acumulado puede provocar incendios, explosiones secundarias y catástrofes industriales. Además del impacto humano, las sanciones regulatorias y las pérdidas materiales pueden poner en jaque la continuidad operativa.
En VEINSA diseñamos sistemas de captación de polvo con certificación ATEX para entornos con riesgo de explosión. Desde unidades compactas con supresión integrada hasta instalaciones centralizadas con sistemas de detección, presurización y enclavamiento, nuestras soluciones garantizan seguridad, cumplimiento normativo y eficiencia operativa en procesos con polvos combustibles.
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