En procesos donde intervienen sustancias orgánicas, químicos, vapores o residuos, se emiten olores persistentes que impactan tanto a los trabajadores como al entorno externo. El control de olores es clave para mantener relaciones sostenibles, cumplir normativas y evitar denuncias o bloqueos regulatorios.
Los olores mal gestionados generan impactos operativos, sociales y legales:
Los olores provienen de compuestos volátiles emitidos durante producción, almacenamiento o tratamiento de residuos. Su percepción puede generar rechazo inmediato en los trabajadores y vecinos, provocando quejas, investigaciones y sanciones.
Además de los conflictos comunitarios, una mala gestión de olores puede interferir en procesos productivos, alterar condiciones sanitarias o impedir la certificación de calidad ambiental o alimentaria. El control debe ser preciso, localizado y efectivo.
En VEINSA desarrollamos soluciones para el control de olores industriales mediante filtración química, carbón activado, biofiltración, sistemas de extracción localizada y neutralización de olores. Diseñamos cada sistema según el tipo de compuesto, flujo de aire y entorno, garantizando entornos laborales más limpios, comunidades protegidas y cumplimiento normativo.
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